Estamos pasando por una etapa diferente, nunca antes vista, estamos pasando por un momento histórico, ¡Hemos vuelto a casa!
Hace tres semana todo cambió, de repente los noticiarios se llenaron de una sola noticia, todos comenzaron a hablar de un solo tema, en la radio y televisión comenzaron a pasar comerciales sobre como cuidarnos en esta pandemia. ¿Pandemia? las redes sociales, se inundaron de testimonios de otras partes del mundo, de familias enclaustradas en sus casas para evitar estar contagiados, de médicos que no podían más con tanto dolor, que podían sentir el olor de la muerte rondando alrededor de ellos, de familias que habían perdido a un ser querido por este virus tan mortal sin poder despedirse de ellos, vídeos de personas enfermas, adultos, niños, jóvenes, todos ellos enfermos, delirantes por la temperatura, calles vacías, los sitios más visitados del mundo, completamente solos, gente de todo el mundo, con cubre bocas, en los centros comerciales estantes de comida vacíos, compras de pánico, algunos productos escaseados, sobre todos los relacionados con limpieza, desinfección. en las calles gente, algunos siguen saliendo pese a las restricciones de #Quedateencasa porque creen que el virus no existe, hay quienes dicen que el virus fue creado, que es una cortina de humo, y otros. muchos otros porque tienen que trabajar, porque si no salen a trabajar, no tienen para comer, veo en las calles muchos adultos mayores, una de las poblaciones con mayor riesgo de contagio, trabajando como viene, viene, vendiendo fruta, artículos de madera, artesanías, plantas, boleando zapatos, vendiendo comida, veo perros callejeros desnutridos, veo en la calle, tanta desesperación, tanta desesperanza, veo angustia, en los mercados se ve la gente contando hasta el último centavo para comprar su comida, y todo por este virus que detuvo el mundo, yo no quiero salir al mundo y en la calle se ven familias completas, ¡que contraste!
Pero en medio de tantas noticias malas, también se ven y escuchan cosas bellas, nos enteramos de la solidaridad de muchas personas, de iniciativas que pretenden ayudar a los que más nos necesitan, gente que regala comida a los ambulantes que no venden, fundaciones que reparten comida a domicilio a las personas más necesitadas, países que envían ayuda, militares repartiendo comida no solo a humanos sino también a perros callejeros, taxistas que en lugar de estigmatizar al personal de salud, brindan viajes gratis porque saben que ahora, el personal de salud es el más importante, personas ayudando a las personas mayores a hacer sus compras, gente compartiendo su último bocado con quien menos tiene.
Y entonces me he dado cuenta que efectivamente los buenos somos más, que vale la pena luchar, cuidarte, para salir adelante, que después de a tormenta viene la calma y que en lugar de pensar en lo peor, debemos pensar en lo mejor, pensar que lo mejor esta por venir, veo en medio de la oscuridad un rayo de luz, que sé que ira creciendo cada día más.
Poco a poco saldremos adelante, cada quien, aportando desde su trinchera, lo que puede, ayuda a quien puedas, como sea, has lo que tengas que hacer para ayudar. A todos, sin mirar a quien, solo has el bien, da lo mejor de ti, ayuda, apoya, acompaña, muestra tu solidaridad y comprensión para quienes los necesitan, quédate en casa, evita salir a menos que sea necesario, lávate las manos constantemente, cuídate mucho, si te cuidas tu, nos cuidas a todos.
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