Llevo trabajando en educación más de 18 años, ¡la mitad de mi vida!, he tenido la dicha de trabajar en prácticamente todos los niveles incluida la educación especial. Mi familia, ha estado relacionada con la educación y en mi vida hay dos personas que me marcaron positivamente para que yo trabajará en educación, una de estas personas, mi padre que con un trabajo muy humilde nos saco adelante, él era conserje crecí rodeada de niños, de maestros, de ceremonias, de himnos, de rondas, juegos, de tradiciones, él me enseño a ser constante, ha trabajar duro para lograr una meta, para lograr un objetivo, él me decía que fuera maestra, que si yo estudiaba tendría un futuro mejor, él me enseño a dar lo mejor de mi cada día, a dar más.
Otra persona que influyo en mi vida fue mi tía, una mujer dedicada, maestra de profesión y por vocación, una mujer que toda su vida la vivió en una escuela, una mujer que era capaz de pasar sus fines de semana, vacaciones en una escuela, para limpiar, archivar, adornar, durante años pase mis vacaciones en su escuela, casi toda mi vida me la pase haciendo dulceros, iluminando, pintando, cortando, pegando, hablando de sus alumnos, aprendí de ella la pasión de hacer tu trabajo lo mejor posible.
Ellos fueron parte vital de lo que soy, me mostraron el camino a seguir, me enseñaron a dar lo mejor y eso he intentado hacer todos estos años. Muchas veces se habla de los malos maestros, de aquellos que hacen paros, de los que bloquean carreteras, de los que no dan clases y se oyen muy pocas historias de aquellos maestros que dan la vida por los alumnos, aquellos que te inspiran, que te escuchan, que te brindan los brazos cuando te sientes solos, que te alientan a seguir adelante, de aquellos maestros que se quedan horas extras, que hacen su trabajo porque están convencidos de que si educamos bien, el futuro de nuestro México será mejor.
He visto como entre más exijas e intentes dar lo mejor como maestro, padres y alumnos te ven mal, por ser tan exigente, que estarán de acuerdo contigo, mientras a sus hijos no los toques, he aprendido con el tiempo que... a veces a quien más ayudes es quien te va a dar la espalda, que hay personas que son capaces de hacer todo para ganar, para demostrar que ellos tienen la razón. He visto con tristeza que entre más des, a veces más exigen, que... muchos piensan que los maestros debemos estar disponibles para ellos, siempre, a veces olvidan que tenemos familia, que tenemos una vida afuera de
escuela.
Sin embargo, a pesar de todas esas personas, hay otras más que te hacen sentir que lo haces vale la pena, a veces una palabra de parte de tus alumnos, de los padres de los mismos te hace sentir que, tu trabajo vale la pena, que, lo que haces, ese esfuerzo que das de más, tiene resultados positivos, esos padres y alumnos son los que te dan fuerzas para levantarte cada mañana, que te dan energía para planear tus actividades, para dar lo mejor de ti.
Para mi es un gusto ser maestra, si volviera a nacer volvería a elegir ¡Ser maestra! porque sigo creyendo que, como dice una frase muy famosa, "Educar al niño y no será necesario castigar al hombre"
Si conoces a algún maestro que ha marcado tu vida, comparte.
Comentarios
Publicar un comentario