Cuando todavía vivías varias veces escuche de ti que cuando visitabas la tumba de tu mamá te sentías muy bien, que hablar con ella, te reconfortaba, muchas veces creí que exagerabas pero el sábado que estuve allí, contemplando tu última morada, no pude más que entender lo que me decías.
Un año más ha pasado, a penas son dos, y cada que esta fecha se acerca no puedo evitar recordar cada momento de esos días difíciles, recuerdo tu dolor y eso me duele otra vez, recuerdo tu mirada, tus ojos, tu voz, débil pero llena de cariño, de amor, recuerdo tus palabras dulces, recuerdo lo feliz que me hacía estar contigo, y lo feliz que creo te hizo mis días a tu lado, recuerdo el calor de tus manos cuando jugaba con tus uñitas, recuerdo tu olor, un olor único, no puedo dejar de recordar la última vez que te vi con vida, y la última que te vi, llena de paz, de amor, de tranquilidad de descanso, te veías radiante.
A pesar de la edad que tengo, de lo fuerte que me puedo sentir, del tiempo que pueda pasar, de la distancia, a pesar de todo te extraño, te extraño mucho, no puedo evitar pensar en que, pude haberlo hecho mejor, que perdí mucho tiempo, que hubo muchos momentos en los que pudimos estar juntas, pero no se pudo.
Entonces buscando encontré la frase de la imagen que puse en esta entrada y me di cuenta que es verdad, que extrañarte no es estar vacía de ti, sino que estoy llena de ti, de los momentos que pasamos juntas, pero también de los que no estuvimos allí la una para la otra, que siempre estas presente en mi vida, a pesar de que ya no estas conmigo. Que a pesar de que el tiempo pase, cuando llegue a tu tumba, no podré evitar llorar porque te fuiste, porque ya no me acompañas, porque ya no estas conmigo, pensaré siempre que te fuiste antes de tiempo, preguntaré al cielo, ¿por qué tu? y aunque parezca muy tonto, platicar lo que me pasa enfrente de una tumba me hará sentir mejor, y también me dolerá, simplemente porque estas allí.
¡Te extraño mucho mamy, mucho!, pero, aunque parezca y suene muy tonto, me hace feliz saber que dejaste de sufrir, recordar tu rostro lleno de paz y de descanso me llena de alegría, saber que no sufres me da paz. Siempre me acompañarás, ¡siempre!
Si alguna vez te has sentido así, por favor comparte.
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